sábado, 10 de mayo de 2014

PERSONAS TOXICAS



Quiero hablar de las personas negativas, esas que parecen irrefrenables e incorregibles, que creen en su interior que ellas están bien, que tienen la razón y está justificado el que obren como lo hacen.
A esta clase de personas las llamaremos personas “tóxicas”. Las puedes encontrar en cualquier lugar. Puede tratarse de tu jefe, un amigo, hermano, o incluso tu pareja. Puedes reconocer a una persona tóxica por distintos factores, los más comunes son que en forma continua habla de temas negativos, en vez de halagarte por algo, encuentra el punto negro, no acepta en primera instancia una opinión o sugerencia, es hiriente, agresivo, inflexible y se exalta fácilmente si lo contradices y esto es, por supuesto, porque siempre tiene la razón.


El daño tóxico
La manera en la que te puede afectar una persona tóxica puede variar de persona a persona, pero con una persona tóxica te sientes ignorado ya que sólo habla de sí misma o lo mal que están los demás y generalmente hay tensión que, si el trato es cotidiano, puede volverse casi un reflejo. Tal vez ni te des cuenta que te pones nerviosa y tensa cuando llega esa persona. Tal vez sientas un alivio cuando se va. Puedes incluso llegar a sentirte mal, muy mal, y al dejar a esta persona te llevas de regalo un dolor de cabeza o estómago quiere decir que estás con una persona tóxica.
Estas personas tóxicas están reflejando el mundo que vive en su interior: negatividad, resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, inseguridad, necesidad de ser reconocidos, aprobados y ser importantes. Por desgracia lo que consiguen con su actitud es justamente lo contrario. Las personas tienden a alejarse de ellos y ser cautelosos e incluso sentir miedo o muchísima tensión porque la relación se torna difícil muy seguido.
Las otras personas tóxicas
También hay personas que muestran pasividad y se hacen pasar por mosquitas muertas, son los llorones, que necesitan constantemente de tu ayuda, los de la vela perpetua, los solitarios, critican incansablemente a los demás, son metiches, y despiden con su actitud pura lástima.
Estas personas son desgastantes, porque te chupan la energía, tu tiempo, tu motivación y entusiasmo, que justo a ellos les falta. Ellos están vacíos y buscan llenar este hueco con tu amistad, relación, o compañía. Este tipo de personas te cansan, te aburren, limitan la conversación y tienes que darles ánimo constantemente, a costa de tu propia energía, porque ellos la despilfarran con sus pensamientos derrotistas que no los lleva a ningún lado.

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